El comienzo de la escuela secundaria es un momento único en la vida de padres e hijos, será un momento de definiciones en personalidad y gustos para los alumnos
Luego de una etapa intensa como es la escuela primaria los hijos empiezan el camino de la escuela secundaria y empiezan transformaciones más notorias en lo físico, intelectual e ideológico. Es normal que los padres con hijos en edades adolescentes atraviesen distintas etapas de ansiedad al ver que sus pequeños empiezan, lentamente, a tomar el control de sus propias vidas.
A partir de la edad secundaria los niños conocen más gente y el centro de sus vidas dejan de ser los padres, además de una lucha típica entre los niveles de independencia y la palabra “permiso” que tiene un sonido castrador a la hora de elaborar planes y cursos de acción. Por eso hay algunos consejos para padres con hijos en edad de escuela secundaria, tips para empezar este largo recorrido y no caer en ninguno de los extremos que podría traer consecuencias negativas para los hijos, ni la indiferencia total ni el control minucioso, sino un acompañamiento para una etapa más en la formación de la personalidad de los hijos.
¿Cómo preparar a un hijo para la escuela secundaria?
Primero hay que tener en cuenta que el comienzo de la escuela secundaria seguramente plantee sensaciones antagónicas en los padres y adolescentes. Por un lado está la ansiedad de una nueva etapa, y por otro el estrés de todo lo que conllevará empezar a estudiar. Las rutinas diarias se verán transformadas y los hijos también pasarán a un ámbito nuevo donde tendrán que aprender situaciones sociales diferentes. Lo mejor es ir preparando el camino a la escuela secundaria partiendo desde el propio adolescente, ellos son los que tienen más dudas y sensaciones encontradas.
Hablar y escuchar
Lo primero que hay que hacer para acompañar correctamente en un momento tan importante del desarrollo individual de los hijos es hablar con ellos y conocer sus sentimientos. Es habitual tener miedos y expectativas ante el comienzo de una nueva etapa. Es bueno crear un vínculo a partir de las experiencias propias en la escuela, tanto las positivas como las negativas. También es aconsejable que otras personas de la familia hablen con él(ella) sobre lo que supone la escuela secundaria.
Cursos de orientación
Es indispensable que los niños asistan a los cursos de orientación que ofrecen las escuelas. Suelen ser cursos para hijos y padres, a veces solamente es una reunión una noche previa al comienzo de clases, donde se pueden hacer preguntas y se conoce un poco más a fondo el funcionamiento del establecimiento. Es importante que los padres se involucren, aún si nos hijos piden que uno no asista.
En este tipo de cursos y reuniones podemos conocer a los maestros y directivos de la institución, así como conocer las expectativas y medidas que se toman desde la escuela para el desarrollo intelectual y personal de los alumnos.
Hay un mundo más allá de la escuela
Es importante que los hijos tengan tiempo después de clases para hacer actividades que les gusten. Ya sea un deporte o aprender un idioma. En este aspecto es importante trazar límites y conocer los horarios que manejarán. Los adolescentes empiezan poco a poco a tener independencia, pero es muy importante ahorrarse dolores de cabeza y hacerles entender que tienen que avisar donde y con quién están. De esa forma obtendrán la confianza posterior para ir ganando más libertades.
Los adolescentes hacen nuevos amigos y crean vínculos que los padres a veces no conocen, pero es indispensable abrirse para que los hijos se sientan cómodos contando lo que hacen, sin que se sientan juzgados. El adolescente busca límites pero a la vez los rechaza, en ese doble juego es donde los padres encontrarán las mayores dificultades a partir del ingreso a la escuela secundaria.
Estar ahí para ellos
El último consejo importante es estar allí para ellos, así de simple. Dedicarles 15 minutos al día para escucharlos, saber como están y hablar de temas difíciles, por fuera de las conversaciones normales del día a día. Es importante que se sientan acompañados, aún si no quieren hablar demasiado, darles un espacio para conversar siempre es bueno porque en el fondo sabrán que pueden contar con nosotros.
Una etapa de crecimiento y maduración
El paso de la escuela primaria a la secundaria es una transición. Es una etapa donde el alumno va adquiriendo nuevas responsabilidades, aprende a relacionarse y a crear su propia forma de ser frente a estímulos de diferente tipo. Es muy difícil acompañar esta etapa porque el adulto suele querer intervenir de forma directa para ahorrarles dolor o situaciones difíciles, pero todo adolescente debe atravesar desengaños amorosos, exámenes difíciles, peleas con amigos y decisiones sobre el tipo de persona que desean ser. Hay que aprender a acompañar y estar presentes pero sin invadir el espacio personal.