(“La imaginación es la loca de la casa”. Santa Teresa.)
LA PAYA, LA VALLA Y LA BAYA.
Me han contado
que un paisano
tenía un prado
que ha sembrado
por la mañana
de marihuana
y lo ha vallado.
Por la noche,
una paisana
casquivana
que vive de noche
a troche y moche
vino en coche
con su Porsche
¡qué derroche!.
La paya
saltó la valla
a por la baya
¡vaya paya!
¡vaya baya!
¡vaya valla!
¡vaya, vaya!.
Autor: José García Velázquez